10 ejemplos del futuro imaginado por Hollywood
Fantasear con el futuro de nuestro planeta y, sobre todo, con el de nuestra civilización es uno de los juegos favoritos de esa gran fábrica de sueños que es Hollywood. De la mano de ese género con aliento de culto que es la ciencia-ficción, y la mecanica del cine ha ido actualizando a lo largo de las décadas su profética visión del futuro. Una visión en la que los prodigiosos adelantos tecnológicos se dan la mano con la tendencia de la especie humana a destruir el legado natural que atesora nuestro planeta. Así, en el futuro según Hollywood abundan los vehículos voladores, las construcciones mastodónticas y los humanoides más adelantados; sin embargo, también es habitual encontrar montañas de deshechos, suburbios escabrosos y escenarios seudo-apocalípticos.A CONTINUACION 10 EJEMPLOS DEL FUTURO SEGUN HOLLYWOOD
1. The Hunger Games (Los juegos del hambre) (2012)
En este reciente hito de la distopía teen, la heroína realiza un interesante viaje de un mundo natural casi virgen (un poblado situado en los montes Apalaches) a una monumental urbe que se erige como todo un símbolo del autoritarismo más despiadado y encandilante. Las líneas arquitectónicas de la gran ciudad combinan elementos del Berlín nazi, el Moscú soviético y la China comunista. Un combo dictatorial soñado.
2. Terminator 2: El día del juicio (1991) 
En la primera entrega de Terminator ya se nos dejaba echar unos breves vistazos a un futuro espeluznante, en el que los pocos humanos supervivientes vivían bajo tierra protegidos del ejército de robots. Sin embargo, era en las escenas de apertura de Terminator 2 donde el futuro se nos presentaba en toda su crudeza y barbarie, con una tropa de esqueletos robóticos arrastrándose bajo el fuego cruzado de inmensas máquina escupe-llamas. En el momento cumbre de dicha secuencia, el pie de uno de los robots aplastaba una calavera humana, uno de los últimos testimonios de nuestro paso por la Tierra.
3. Blade Runner (1982)
Bajo una lluvia perenne, iluminado por el neón y extremadamente multi-cultural, el futuro imaginado por la película de Ridley Scott es seguramente uno de los más influyentes del cine de todos los tiempos. Syd Mead, uno de los diseñadores artísticos responsables de la creación de ese sombrío futuro, solía referirse a él como “retor-deco” o “trash chic”. Un mundo muy lejano a los esterilizados interiores de 2001: Una odisea del espacio o La fuga de Logan. Un futuro tan oscuro como inolvidable.
4.El quinto elemento (1997) 
El Nueva York futurista de esta demencial y entretenidísima película de Luc Besson fue concebido por dos popes del diseño artístico: los creadores de cómic Jean-Claude Mecieres y Jean “Moebius” Giraud. Los mares secos permiten a las torres de Maniatan enterrarse más profundamente y alzarse más arriba de lo que podríamos imaginar, creando auténticos cañones artificiales por los que transitan infinitas vías ocupadas por otros tantos vehículos voladores. Uno de ellos es el aero-taxi que conduce el bueno de Bruce Willis y al que va a parar la esbelta Milla Jovovich, vestida de los más chic gracias a los diseños de Jean-Paul Gaultier.
5. Minority Report (2002) 
Para crear el futuro de este neo-noir basado en un relato de Philip K. Dick, Steven Spielberg consultó a un equipo de diseñadores “futuristas” que demostraron tener un sexto sentido para las profecías tecnológicas: muchos de los artilugios imaginados para el filme son una realidad a día de hoy. Los ordenadores basados en la captura de movimiento pueden encontrarse dentro de las consolas que muchos tenemos en casa, mientras que los e-periódicos que leen los transeúntes del filme se parecen muchísimo a las “tablets” que adquirimos en las tiendas de electrónica.
6. Inteligencia artificial (2001) 
A lo largo de esta fascinante película, atravesamos diferentes escenarios que nos presentan un futuro inquietante. De una Nueva York hundida en el océano pasamos al mundo de neón del mecha-centro, para terminar en el mundo congelado en el que David busca a la Hada azul que debe ayudarle a cumplir su sueño. La mayoría de los escenarios son terriblemente fríos y hostiles, pero al mismo tiempo son deslumbrantemente bellos: una combinación que no debe extrañarnos tratándose de una colaboración entre Steven Spielberg y Stanley Kubrick.
7. Mad Max (1979) 
Si este clásico de culto si filmara hoy en día, los protagonistas del filme seguramente se pelearían por botellas de agua en lugar de por litros de gasolina. Hoy en día, la preocupación medioambiental parece más palpable que la crisis puramente energética (que en 1979 monopolizaba las noticias debido a la crisis del petróleo). En cualquier caso, el australiano George Miller supo sacarle un partido máximo a su reducido presupuesto y fabricó un futuro apocalíptico a partir de las amplias llanuras oceánicas y unos cuantos automóviles cochambrosamente tuneados. ¡Magnífico!
8.Desafío total (1990) 
La apasionante aproximación de Paul Verhoeven a un relato de Philip K. Dick nos acerca a un futuro desangelado, pero plagado de interesantes artefactos tecnológicos. De partida, Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger) vive en un coloso de cemento sin ningún encanto; sin embargo, este universo funcional, sin florituras, está poblado por taxis conducidos por robots humanoides, extrañas máscaras que se convierten en temibles explosivos e inquietantes transmisores del tamaño de una bola de golf insertados en la cabeza de las víctimas del seguimiento.
9. Idiocracy (2006) 
En contraste con los futuros ultra-tecnificados y super-desarrollados en los que la humanidad sólo debe preocuparse por su tendencia al autoritarismo, esta sensacional comedia de Mike Judge (Trabajo basura) prevé un futuro en el que la población mundial se ha vuelto imbécil. Esa es la simple y punzante premisa de esta película terroríficamente plausible. En Idiocracy, el mundo en el año 2505 se ha convertido en el sueño húmedo de un habitante (bastante ignorante e inculto) de la América profunda: un mundo plagado de tractores gigantes (nada de vehículos volantes) y de campos en los que se “cultivan” bebidas energéticas. Para echarse a temblar.
10. Speed Racer (2008)
Pocas películas se han atrevido a pronosticar un futuro más colorido y estilizado. Y es que aunque los diseñadores utilizaron algunos automóviles reales como modelo para los vehículos urbanos, la mayor parte del filme toma su inspiración de los dibujos animados que adapta la película: el mítico Meteoro. El resultado es un universo que no tiene ni pies ni cabeza, pero que luce como una centelleante fantasía infantil de luz y colores primarios.
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